lunes, 26 de septiembre de 2011

Autoexigencia: Cuando ser sobresaliente no basta

Como todas las cosas, ser autoexigente refiere a dos lados opuestos de una moneda, por un lado la autoexigencia trae consigo algo positivo, ya que gracias a ella te pones metas, objetivos y logros que has alcanzado, es como si fuera una pila que te da energía para continuar esmerándote y superándote en tus actividades y relaciones, es un afán de perfección que te ayuda a sobrellevar los errores y conseguir el éxito, pero cuando es exagerada y se trata de tenerlo todo bajo tu control, es peligrosa para ti, así como para los que conviven contigo.

Una exigencia desmedida es más el afán de hallar la perfección en cualquier aspecto de la vida. Entonces una actitud que podría ser sana y hasta virtuosa pasa a constituirse en patológica, conduciendo a la angustia, agotamiento físico y mental, y hasta a un fuerte cuadro de estrés.

En los adolescentes es muy común encontrar chicos con este rasgo, ya que normalmente las figuras de autoridad como los padres, maestros o hasta sus mismos compañeros, que fungen como jueces, son quienes lo orillan a ello, pero es muy importante conocer qué motiva ésta necesidad de perfeccionismo para poder ayudarlos y mitigar las consecuencias que interfieren con su desempeño.

Hay causas muy específicas, que refieren a los mandatos del deber ser y que se constituyen en el debería. El adolescente intenta satisfacer estos mandatos en todo lo que realiza e ignora las señales de cansancio y tampoco reconoce sus propios límites frente a la realidad.

Los factores que influyen se vinculan con el temperamento, la historia personal y el contexto que predispone a ser autoexigentes.

¿Cómo puedes distinguir estos rasgos en tu hijo?

Podrás encontrar algunos indicadores generales de autoexigencia que te ayudarán a detectarlo y en su momento ayudarlo:

* Tienen estándares notoriamente altos

* Desestiman los elogios que reciben

* Se preocupan ante la evaluación ejercida por otro

* Son fatalistas

* Se muestran rígidos e inaccesibles a explicaciones

* Temor a perder el respeto de sus padres o ideales por cometer errores

* Miedo a enfrentarse a las burlas de compañeros si se equivocan

* Ansiedad por el desempeño

* Ansiedad social

* Existe sufrimiento en adolescente.


¿Cúal es el coste verdadero?
Salud física: a un autoexigente le es imposible delegar funciones, se la vive planificando y relegando el descanso, lo cual se ve reflejado en su cuerpo y bienestar, causándole enfermedades de todo tipo.

Relaciones interpersonales: No confía en los demás y en sus habilidades, no ve virtudes en otros que lo pueden apoyar, no deja crecer a los que lo rodean, relaciones rígidas y de rutina, aburrimiento, relaciones de abuso, etc.

Estado emocional: Enojo, frustración, impotencia, soledad, vacío, no vive el momento ni lo goza, ya que siempre hay más cosas que hacer, insatisfacción respecto a su rendimiento, ansiedad, estrés y depresión.

¿Qué hacer?

Debes ayudar a tu hijo a lograr un equilibrio.

Ayúdalo a trabajar todos los días en su crecimiento personal, tratando de encontrar el equilibrio de su exigencia y control, poniendo esta energía en lo que cree que lo necesita, y ser flexible en lo que no se requiere.

No se trata de renunciar a sus responsabilidades, al trabajo o a las aspiraciones. Si no de darse cuenta y responsabilizarse de la persona que es hoy, así como de elegir qué quiere seguir controlando, exigiéndose y hasta dónde, qué necesita hacer, qué necesita delegar y qué le estorba para lograrlo. La conciencia y el darse cuenta es el inicio del camino para encontrar el equilibrio en su vida. Nadie mejor que él sabe qué quiere y qué necesita en su vida.

¡Ayúdalo a canalizar su autoexigencia y a controlarla!


martes, 20 de septiembre de 2011

Mitos y Realidades del Bullying


Con respecto al Bullying mucho hemos escuchado, pero poco es lo que realmente hacemos para evitarlo, yasea porque no nos queremos involucrar o porque creemos no tener este problemacerca de nosotros. Por eso es importante estar informado para poder detectarloy actuar en consecuencia.


Bullying es una palabra inglesa que significa Intimidación y tiene relación con el hostigamiento y la victimización entre los escolares, principalmente;es un maltrato físico, verbal,psicológico y ahora también cyber, deliberado y continuado que recibe unapersona por parte de otros que se comportan con él cruelmente con el objetivo de someterlo y asustarlo,con vistas a obtener algún resultado favorable para los acosadores osimplemente a satisfacer la necesidad de agredir y destruir.

Generalmente hay trestipos de personas involucradas:
· Intimidadores(bullies)
· Víctimas
· Terceraspersonas/observadores/testigos

Los mitos acerca del bullying son muchos, de ahí que poco hagamos al respecto si no conocemos lasrealidades:

Mito: no existe bullying en los colegios, son sólo juegos o chistes
Realidad: no es un fenómeno nuevo y existe en todas las escuelas.

Mito: sus causas son la decadencia de la familia, lamúsica de los jóvenes, la falta de valores.
Realidad: Puede estar ocasionadopor la combinación de factores sociales, familiares y neurológicos; cada caso tiene una explicación particular.

Mito: surge en la escuela y están en riesgo los estudiosos o tímidos.
Realidad: Puede surgir en cualquier escenario donde se presente un contacto social, y exista alguien que se perciba fuerte y perciba a alguien débil de quien puede abusar.

Mito: las consecuencias son el suicidio o abandono escolar.
Realidad: Si bien se pueden presentar las condiciones anteriores, notodos los casos concluyen así. Se pueden presentar múltiples alteraciones de la personalidad.

Mito: los roles de los victimarios o acosadores y las víctimas o acosadossiempre lo serán.
Realidad: los roles víctima-victimario no son fijos, un victimario puede volverse víctimay viceversa.

Mito: si alguien te pegao te molesta, tú devuélvesela con más fuerza o ignóralo.
Realidad. Si se responde con agresión esto no detendrá el problema, hace que se incrementela violencia y que las agresiones sean cada vez más elaboradas.

Mito: el problema es de las instituciones educativas odel gobierno.
Realidad: es problema de todos los que en cierta medida nos veamos expuestos a este tipo de experiencias, es responsabilidad del colegio y la familia. Es posible que los adultos no conzcamos la intimidación que ocurre en el salón de clases de nuestros hijos y mucho menos si nuestro hijo es un intimidador.

Mito: el bullying no hace daño ("a mí me pasó de chico y ahora soy normal") al contrario,nos hace más fuertes.
Realidad: existen consecuencias muy graves tanto para la víctima como para elintimidador, genera ansiedad, baja autoestima einseguridad.

Mito: es cosa de hombres y no de mujeres.
Realidad: la forma de intimidación femenina es más directa y se da menos de forma física, es relacional, verbal o emocional.

Mito: los observadores no pueden hacer nada.
Realidad: la intimidación es un asunto de grupo, quienes observan juegan un papel fundamental, ellos pueden hacer que la intimidación pare si defienden a su amigos: No intervenir es un rasgo muy poco ciudadano, irresponsable y poco solidario. Muchas veces nuestros hijos no agreden pero sí están presentes y no hacen nada. (terceros).

Es importante quetodos reflexionemos sobre el papel que tenemos en la prevención y atención de este fenómeno, si somos padres o madres:

  • Con los bullies principalmente promover empatía ( ejem: ¿Cómo crees que se siente que te hagan eso?) y canalizar su fuerza de manera positiva.
  • Si identificamos que nuestros hijos son víctimas, debemos fomentar que tengan amigos y ayudar a que nunca se queden solos, ya que son más vulnerables.
  • Promover asertividad (enseñarles a expresar claramente sus sentimientos y a proponer soluciones, no dejarse, sin agresión).
  • Desligitimar agresión.
  • Normas acordadas, claras y consistentes (ni permisividad ni abuso)
  • Asegurarse que nadie quede excluido
  • Comunicación con sus hijos
  • Comunicación con el colegio
  • Buscar ayuda profesional en casos avanzados.
  • Solución en grupo, no solamente al intimidador.
  • Con los observadores es necesario platicar para que no dejen solos a sus amigos (también para invitaciones a fiestas).

    lunes, 12 de septiembre de 2011

    Aprende a poner límites

    Nadie nacimos sabiendo ser padres, ni existe una receta para serlo, sin embargo, es nuestro deber informarnos para ser lo más asertivos posibles cuando nos enfrentamos a la difícil tarea de educar.

    Una de las bases fundamentales de la educación de nuestros hijos, es el establecer límites y respeto a la autoridad. Mientras que en el pasado las familias más conservadoras y rígidas imponían sus valores con excesiva mano férrea, con reglas intransigentes, sin comprensión ni diáologo y un completoo sometimiento de los adolescentes; el nucleo familiar de la época actual parece no haber podido lograr un equilibrio entre justa autoridad y excesivo liberalismo, dando lugar a familias sin reglas, ahogadas en una total libertad en donde los adultos se desligan de toda responsabilidad, creando entre los adolescentes un sentimiento de soledad y descontrol o peor aún, familias sobreprotectoras en donde los padres evitan que los hijos tengan dificultades y sufrimientos, quitándoles iniciativa y autonomía porque los consideran débiles.

    Por eso es oportuno que nos preguntemos seriamente: ¿Qué criterios prácticos pueden guiarnos para que los límites que pongamos no crucen la línea que separa lo educativo de lo autoritario y podamos convertirnos en una familia democrática?

    Pues la respuesta es simple, ante todo el diálogo, en donde todos puedan expresar lo que piensan y sienten y prevalezca la comunicación y las relaciones de confianza y respeto, en donde se logre la equidad entre autonomía y responsabilidad, si a tu hijo le permites que participe cuando se fijen normas nuevas, le implicará de tal forma que se sentirá más obligado a cumplir con las reglas. Sin embargo, aunque parece fácil, es necesario tomar en cuenta algunos factores:

    1. Sé siempre justo, la autoridad no implica una imposición absurda. A la hora de que pongas límites debes explicarles a tus hijos la razón por la cual debe respetar ese límite y el valor que el límite está protegiendo, así como el anti-valor que se esconde detrás de la transgresión.
    2. Debes demostrarle tu amor de padre. Los hijos deben sentir que sus padres los quieren y que, por lo tanto, los cuidan y desean lo mejor para ellos, por lo que los límites son sólo para protegerlos.
    3. Limitar no significa perder el amor de los hijos. No puedes sentirte mal por imponer una decisión que provoque llanto o distanciamiento, si la misma está plenamente justificada. Tienes que ser muy consistente y firme, si aprende que no vas a ceder, no insistirá.
    4. Tienes que ser coherente. Si transgredes el límite que impusiste, tarde o temprano ello será percibido y tanto tú como el propio límite serán desacreditados.
    5. Toma en cuenta la autonomía y necesidad de tus hijos, pero sé siempre fiel a tus principios sin tratar de permitir ciertas cosas con las que no estés de acuerdo sólo porque en la casa de los amigos de tus hijos así se hace. Si tu hijo lo cuestiona, recuérdale que no todos somos iguales ni pensamos lo mismo.
    6. Expresa reconocimiento. Cuando tu hijo adolescente logra comportarse como es debido y cumple con las regla y límites establecidos, debes reconocérselo para que aparte de que se sienta bien, debe saber que estás al pendiente de él.